¿Giancarlo Stanton ha sido rentable para los Yankees desde que fue adquirido desde los Marlins?
Por Mariana Moreno
Para los seguidores de los Yankees de Nueva York todo era felicidad en diciembre de 2017, cuando el receso de temporada de la MLB se estremeció con el anuncio del acuerdo que traía al Bronx en un cambio al MVP de la Liga Nacional, Giancarlo Stanton.
Tal como sucede ahora con Juan Soto, en ese momento los fanáticos del equipo neoyorquino se frotaban las manos pensando en los pronósticos de los analistas de Grandes Ligas, que pintaban un panorama de terror para los pitchers contrarios con la asociación entre el slugger, el entonces Novato del Año Aaron Judge y el receptor Gary Sánchez.
Ya sabemos cómo se ha ido desarrollando la historia y no es parecida a ese paraíso que soñaban en el Bronx. Los Yankees hicieron una inversión importante adquiriendo a Stanton, pues heredaron la mayor parte del contrato que firmó con los Marlins por 13 años y $325 millones.
La cifra era exorbitante para la época y de eso, en la Gran Manzana ya han desembolsado 167 millones de dólares. No se cuentan allí los $32 millones de su salario para 2024 y los 86 millones de dólares que restan de su contrato garantizado y que no incluye la opción de equipo para 2027 por $25 millones.
Stanton no pudo repetir la campaña brillante que venía de tener con los Marlins (59 cuadrangulares, 32 dobles, 132 impulsadas, average de .281 y OPS de 1.007), pero no se puede decir que haya tenido un mal año en 2018: bateó 38 jonrones y 31 dobles con average de .286 y tuvo 100 carreras impulsadas en 158 juegos.
Lo que nadie podía imaginar es que todos esos números serían los mayores que conseguiría con esta camiseta. Desde entonces las lesiones lo han atacado, no ha podido siquiera jugar en 140 duelos por temporada y su mejor zafra en este lapso ha sido la de 2021 cuando remolcó 97 anotaciones con 35 vuelacercas.
En Nueva York tal vez no saben qué es peor, entre pensar en los 306 días que ha perdido por lesión desde que fue cambiado o verlo fracasar como líder de la ofensiva en 2023, cuando dejó los peores números de su carrera con promedio de .191, 24 jonrones, 13 dobles y 60 remolcadas.
De lo que sí pueden estar seguros es de que, independientemente de que consiga tener una temporada brillante en 2024, el movimiento que lo trajo a Yankee Stadium no resultó rentable. El slugger es consciente de sus fallas: "Estoy aquí para producir y ayudar a ganar un campeonato y nada de eso ha sucedido".