Hay conmoción en ligas menores por el aumento de los números ofensivos debido al cambio de pelotas

Mucho se ha hablado esta temporada de MLB de lo salidora que es la bola. Pero pocos han volteado la mirada para ver el fenómeno que está sucediendo en las ligas menores.

Este año se decidió usar la pelota de las grandes ligas en Triple-A y los números son astronómicos. hay una gran diferencia entre las tablas de clasificación para bateadores y lanzadores en la Liga de la Costa del Pacífico.

Es tan sorprendente que si un jugador está bateando para .320 con un porcentaje de embasados de .410, slugging de .590  y 25 jonrones, sencillamente no está entre los 10 primeros en ninguna de esas categorías ofensivas principales.

Si se mira la efectividad de los lanzadores se observa otra dimensión de la situación. Una efectividad tan abultada como el 5.43 de Foster Griffin,  está en el décimo lugar entre los líderes. Solo dos abridores en toda la liga tienen efectividad por debajo de 4.00.

Aquí otro ejemplo de lo que viene pasando: el prospecto de los Padres de San Diego, Ty France, que  no se destaca por su ofensiva, está bateando .402 / .481 / .780 con 27 jonrones y 89 carreras impulsadas en solo 75 juegos.

Es preocupante. Estos números ofensivos están demasiado inflados para tener un buen juicio sobre las verdaderas cualidades de un bateador o un lanzador.