¿La investigación de MLB a Ohtani por las apuestas ilegales de su intérprete puede costarle el Salón de la Fama?
Por Mariana Moreno
Hay nervios entre los seguidores del béisbol por el anuncio de MLB del inicio de una investigación formal al astro de los Dodgers de Los Angeles Shohei Ohtani y quien fuera su intérprete desde 2017, Ippei Mizuhara.
Temen que la estrella japonesa, imagen de las Grandes Ligas, tenga relación con el escándalo que explotó durante la serie en Corea y que, en el peor de los casos, corra la misma suerte de Pete Rose.
Pero es muy pronto para plantearse ese escenario. De momento no hay ningún indicio de que Ohtani participara de forma activa en la operación de apuestas ilegales que investiga el FBI. Pero como de sus cuentas se pagaron $4.5 millones al corredor Mathew Bowyer por las deudas de juego de Mizuhara, es necesario aclarar todo.
Tanto Bowyer como Mizuhara han asegurado que Ohtani no está relacionado con las apuestas. Aún así, muchos temen que por este asunto se vea manchada su reputación y que eso le impida ser algún día un miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas, tal como le sucedió a Rose.
A Rose se le vetó de por vida de la MLB porque confesó haber apostado en juegos en los que dirigía como manager de los Rojos de Cincinnati y eso está muy lejos de parecerse al caso de Ohtani.
Para que el japonés vea en riesgo su inmortalidad habría que comprobar que él apostó en partidos de béisbol en los que tomó parte. Y ese no parece ser el caso, aunque queda todavía mucho por esclarecer.
Aunque hubiese apostado en béisbol, lo que es una violación a la Regla 21 de MLB, su castigo sería de un año de suspensión. Para que sea de por vida debe haber agravantes y siempre estará en manos del Comisionado un castigo mayor.
Ahora mismo -y salvando el caso de Rose- no hay ningún caso de jugadores a los que se les obstaculizara la entrada a Cooperstown por apuestas, por lo que difícilmente le juegue en contra al astro de dos vías cuando sea elegible, a menos que se demuestre su culpabilidad en el peor de los escenarios posibles. Tampoco es posible medir desde ahora el impacto que este caso tendrá entre los electores llegado el momento.