¿La renuncia del presidente de la LVBP es una muestra de que llega su fin como una liga privada?
Por Mariana Moreno
Horas difíciles vive la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. El que fue considerada uno de los mejores torneos del llamado béisbol de invierno por la calidad de sus peloteros y su organización parece haber entrado en una espiral de destrucción.
La crisis que vive Venezuela terminó por afectar al béisbol, el pasatiempo nacional por excelencia, que vio como en las últimas temporadas cada vez era más complicada la logística y bajaba considerablemente la asistencia de público a los estadios.
Este año se sumó un nuevo problema, con la decisión de la MLB de prohibir la participación de jugadores y técnicos por temor a sanciones del gobierno de Donald Trump. Y la crisis terminó de explotar con la renuncia el jueves de Juan José Ávila, presidente de la LVBP.
Reportes indican que una reunión el martes con el Comisionado de Béisbol del Caribe en la cual éste le reafirmó que las mayores no echarían para atrás su decisión de mantener fuera del Acuerdo Invernal al circuito venezolano, fue el paso definitivo para que Ávila terminara con su mandato.
A medida que se suceden los acontecimientos y en vista de las amenazas por parte de voceros del régimen que gobierna el país, que presionan para que se juegue el campeonato, se incrementa el temor de la LVBP deje de ser un circuito privado y sea estatizado.
Este miedo tiene fundamentos tras la intervención del Ministerio de Deportes para modificar el calendario.
En Venezuela siguen a la espera de conocer las consecuencias que tendrá esta renuncia, de que los representantes de los equipos se pronuncien y que se sepa cuál será el destino de la temporada 2019-2020.