LaMelo Ball cambió a los Hornets y sus estadísticas demuestran que es el eje del futuro de la organización
Por Miguel Bonilla
La llegada de LaMelo Ball a la NBA fue bastante auspiciada cortesía del estatus de su familia, sin embargo, en cuestión de pocos meses se ha encargado de forjar su propia fama en la liga, siendo uno de los jugadores con mayor influencia en los Charlotte Hornets.
Con tan solo 19 años, LaMelo se adaptó rápidamente a las implicaciones de jugar en el máximo nivel del baloncesto junto a figuras de la calidad de Gordon Hayward y Terry Rozier, siendo por mucho el favorito para quedarse con el premio al Novato del Año en la temporada 2020-21.
Por primera vez en la temporada, Charlotte consiguió el sábado colocarse con récord positivo, lo que no sólo implica que de momento están en la sexta posición de la Conferencia del Este, sino que entraron en la disputa por los cupos a la postemporada con equipos como Celtics, Heat y Knicks.
Más allá de que Hayward y Rozier son los dos máximos anotadores del equipo, el impacto ofensivo de Ball es muy evidente en el trámite de los partidos. Es de momento el líder en asistencias, rebotes y robos del equipo, un dato no menor para un novato con tan sólo 37 partidos en la NBA.
Su particular estilo de juego destaca sobre el de sus compañeros, en especial a la hora de construir juego, ya que más allá de la estadística plana de asistencias, Ball es el encargado de que el equipo construya dinámicas para sacar provecho de las fortalezas de sus compañeros.
Su juego es mucho más completo y equilibrado de lo que se esperaba tras ser un irregular anotador en el baloncesto de Australia, demostrando que dio un salto de calidad tremendo en su transición como profesional de una liga como la del país austral al torneo más competitivo del mundo.
Durante la racha de cinco victorias en los últimos siete juegos de los Hornets, LaMelo promedia 20.7 puntos, 7.7 asistencias y 6 rebotes por partido. Además registra una efectividad de 52% en tiros de cancha. Estos números sólo revalidan su enorme potencial.
LaMelo ha demostrado que llegó a la NBA para convertirse en un referente y en Charlotte tienen muchas de sus aspiraciones postradas en él.