Los Cachorros no deberían arrepentirse jamás de haber cambiado a Gleyber Torres a los Yankees
Por Juan Pablo Aravena
Durante la temporada 2016 de las Grandes Ligas, los Cachorros de Chicago estaban decididos a llegar lejos en la postemporada y antes de la fecha límite de cambios decidieron adquirir al cerrador estelar Aroldis Chapman, de los Yankees de Nueva York, a cambio del súper prospecto Gleyber Torres.
Si bien dicho movimiento le otorgó un título de Serie Mundial a la franquicia de Chicago, las cosas no salieron como esperaban, puesto que Torres acabó convirtiéndose en una estrella en Nueva York y además, Chapman volvió a la franquicia del Bronx en condición de agente libre. En otras palabras, se puede sentir como que los Cachorros le regalaron a Torres a los Yankees.
No son pocos los aficionados que han comenzado a cuestionar dicho movimiento, sobre todo considerando el nivel de Torres y el hecho de que los Cachorros quedaron fuera de la postemporada en este 2019. Sin embargo, no hay nada de lo que arrepentirse, ya que de no ser por ese movimiento, probablemente los Cachorros no hubieran ganado la Serie Mundial.
Además, no hay comparación entre mantener a Torres o quedarse con un título de Serie Mundial después de 108 años sin ganar absolutamente nada. Tampoco es como que los Cachorros no tengan alternativas en esas posiciones, ya que tienen en su roster actual a jugadores como Javier Báez, Addison Russell y Kris Bryant, sólo por mencionar a algunos.
El momento para salir de un prospecto estelar es justamente el que atravesaron los Cachorros en 2016: se hace cuando un equipo puede adquirir a un jugador capaz de cambiar el curso de una franquicia en su totalidad. Eso fue lo que hizo Chapman, quien acabó siendo clave durante esa postemporada.
Debe doler quedar fuera de los playoffs si uno es aficionado de los Cachorros. Pero no deberían cuestionarse dicho traspaso, ya que de lo contrario es probable que la franquicia siguiese buscando un título de Serie Mundial.