Los Raptors de este año dejan una contundente prueba sobre lo que puede hacer un equipo en la NBA
Por Pedro Oliveira
En una era donde los súper equipos en la NBA son algo fundamental para poder considerarse siquiera contendiente al título, los Toronto Raptors han demostrado a todos que no se necesita de numerosas estrellas para poder competir por un título de la liga.
Desde el año 2009 con los Boston Celtics de Paul Pierce, Kevin Garnett, Ray Allen y Rajon Rondo, el mito de los súper equipos empezó a convertirse en una realidad, y con el pasar de los años, a una tendencia: el Miami Heat de LeBron James, Chris Bosh y Dwyane Wade, los San Antonio Spurs de Tony Parker, Manu Ginobili, Kawhi Leonard y Tim Duncan, y actualmente los Golden State Warriors con 5 All Stars en su rotación inicial.
Entrando a esta temporada, el segundo mejor jugador de los Toronto Raptors es Kyle Lowry, un veterano de 32 años que ya estaba perdiendo su lugar entre los mejores bases del circuito. También hay veteranos como Serge Ibaka, quién nunca logró ser lo que su potencial aclamaba y varios prospectos como Fred VanVleet o Pascal Siakam, que no te cambiarían la perspectiva de ninguna otra franquicia.
Hoy por hoy, cada uno de estos jugadores logró crecer y adaptarse perfectamente al rol que tienen en este equipo dirigido por un coach en su primer año como Nick Nurse, quién implementó un sistema ideal para que sus jugadores crecieran y dieran los pasos correctos.
Es innegable que al menos una estrella es necesaria para que un equipo pueda contender en la NBA, y la llegada de Kawhi Leonard fue la pieza fundamental para que este equipo de los Raptors diera el siguiente paso y se convirtiera en lo que hoy es, además de las adiciones con mucha experiencia de Danny Green y Marc Gasol.