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Luis Rubiales reitera que su beso con Jenni Hermoso fue "consentido"

Luis Rubiales está siendo condenado mundialmente por el beso que le dio a Jenni Hermoso, aunque él continúa sosteniendo que hubo acuerdo entre ambos para hacerlo, algo que la jugadora niega
Luis Rubiales junto a Letizia, Reina de España, justo antes de darle el beso a Jennifer Hermoso
Luis Rubiales junto a Letizia, Reina de España, justo antes de darle el beso a Jennifer Hermoso / Daniela Porcelli/ISI Photos/GettyImages
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Jennifer Hermoso ha dejado en claro de forma oficial que el beso que Luis Rubiales le dio luego de que la selección de España ganara el Mundial de Fútbol Femenino 2023 no fue consentido. Pero el ejecutivo volvió a aclarar que sí tuvo aprobación de la jugadora para hacerlo.

El español, que se encuentra actualmente alejado de su cargo como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, lanzó hace algunos días un comunicado en el que afirma: "La espontaneidad y felicidad del histórico momento nos llevó a realizar un acto mutuo y consentido, producto del gran entusiasmo".

Rubiales dijo: "En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos. Repito: con consentimiento de ambas partes, tanto en los cariñosos abrazos, como en el pico y posterior despedida llena de afectuosos gestos mutuos".

El europeo siguió explicando: "Es mi única versión, la que he mantenido desde el primer momento y sigo defendiendo y no voy a modificar" y reveló que "se han aportado y se seguirán aportando las pruebas, peritajes, documentación, videos, etc, pertinentes que acreditan la realidad de lo ocurrido. Las pruebas no son opiniones, son hechos claros".

Hermoso, por su parte, decidió el pasado 25 de agosto, revelar que fue "víctima de una agresión" por parte del presidente, la cual la convirtió en "vulnerable". Pero sin dudas otra acusación de gravedad que lanzó la campeona fue que estuvo bajo presión "para salir al paso con alguna declaración que pudiera justificar el acto del señor Rubiales". Esto lo hizo para explicar por qué cambió de versión dos veces.

Finalmente, la jugadora culpó a la RFEF de presionar "a mi entorno para que diera un testimonio que poco o nada tiene que ver con mis sensaciones". Luego agregó que ni ella ni sus compañeras de selección se merecen "una cultura tan manipuladora, hostil y controladora".