Madre de la estrella de los Mavericks Luka Doncic causa furor por su belleza y juventud
Por Florencia Freijo
Mirjam Poterbin es la madre y el gran sostén de la super estrella de los Dallas Marvericks, Luka Doncic. Pero la mujer no sólo llama la atención por el apoyo incondicional que le brinda a su hijo para brillar en el deporte, sino también por su belleza y "eterna juventud".
De hecho, en la noche del Draft 2018 (en la que el atleta esloveno logró ser uno de los tres primeros elegidos) muchos confundieron a Poterbin pensando que era su novia o quizás su hermana.
Mirjam Poterbin fue modelo y bailarina
La mujer que actualmente tiene 46 años y dejó todo para acompañar a su hijo en sus inicios como jugador profesional, ha sido modelo y bailarina, y eso explica su esbelta figura.
Mirjam creció en Liubliana, Eslovenia. Amante del baile desde pequeña, estudio en una academia y llegó a ser campeona del mundo de su modalidad junto a su equipo juvenil. Pero como sabía que sería complicado vivir de eso también estudió peluquería y estética, siguiendo los pasos de su madre.
Como modelo llegó a la final de Miss Eslovenia en 1993, con tan sólo 19 años. Mientras hacía algunos trabajos esporádicos como modelo también estudió gestión de negocios y allí montó varios centros de belleza. En ese momento conoció al jugador de baloncesto Sasha Doncic, padre de Luka, con quien se casó en 1999 y se divorció en 2008, obteniendo la custodia de su pequeño cuando tenía 9 años.
Mirjam y Luca tienen un gran vínculo
Lo que hace que la relación madre e hijo sea tan especial es la independencia que ella le da al joven y el aliento para perseguir sus sueños. A los 13 años, Luka se mudó a Madrid, España, para jugar en el club de baloncesto Real Madrid.
Ella tuvo que quedarse en Eslovenia para seguir adelante con sus negocios, pero viajaba cada dos fines de semana a España para ver a su hijo. En una entrevista para EuroHoops recordó esa época: "Fue la decisión más dura que he tenido que tomar en mi vida. No fue fácil, que abandonara su casa a los 13 años, solo, sin familia, sin amigos, a una ciudad en la que no conocía a nadie. Casi nadie hablaba inglés y fue muy duro para él".