Magic Johnson reveló lo que pasó en las Finales de 1984 ante los Boston Celtics
Por Jesús Ponte
La historia de Magic Johnson en Los Angeles fue gloriosa. Al nacido en Michigan se le recuerda como un ídolo y uno de los mejores jugadores en la historia de los Lakers, pero la realidad es que después de perder las Finales de 1984 contra los Boston Celtics en siete juegos, el base fue señalado como el principal responsable de aquella derrota.
Las críticas contra Johnson fueron duras. A pesar de haber conseguido para ese momento dos anillos de campeón con los Lakers, después de caer en esa final la afición empezó a llamar a Magic como "Tragic" Johnson (trágico, por su mal rendimiento en dicha instancia). El armador habló con su ex colega Jalen Rose en su podcast y contó lo que significó para él perder de esa manera.
"Esa fue la primera vez que cometí errores críticos en mi carrera para que perdiéramos ese campeonato. Entonces lloré por tres meses, durante todo el verano lloré, porque decepcioné a mis compañeros. Fui la razón por la que perdimos el campeonato", razonó Johnson, que en dicha final cometió 4.4 pérdidas por partido.
Desde ese momento, Magic entendió que debía mejorar como jugador de baloncesto y que quizás había perdido "humildad" en el camino. "En ese momento me di cuenta que no era tan bueno como yo me imaginaba. La autoevaluación es lo más difícil que tienes que hacer. Cualquier persona tiene que juzgarse a sí misma, ser honesta consigo misma, y si puede hacerlo, podrá mejorar".
Tras esa profunda evaluación hecha por el propio Johnson, llegó la hora de trabajar y de intentar enmendar los errores cometidos. "Tuve que trabajar mi tiro en suspensión. Debía asegurarme de no volver a cometer errores críticos nunca más. Y así mejoré durante ese verano (de 1984). Hacía ejercicio todos los días. De hecho, me ejercitaba tres veces al día. Lo hacía temprano en la mañana, regresaba a tomar una pequeña siesta, iba por la tarde y luego Isiah (Thomas) y yo hacíamos ejercicio por la noche, a las 12 de la noche", apuntó el histórico dorsal 32 de Los Angeles.
El destino le brindó una segunda oportunidad a Magic y en la temporada siguiente (1984-85) volvió a enfrentar a los Celtics en las Finales, venciéndolos en seis juegos. En aquella serie, Johnson promedió 18.3 puntos por partido, con 14.0 asistencias, 6.8 rebotes y 49.4% de tiro de campo. "Mejoré y no cometí errores críticos en esa final", recordó el miembro del Salón de la Fama de la NBA.