El lanzador estelar de los Nacionales de Washington, Max Scherzer, trabajó durante cinco entradas en el séptimo partido de la Serie Mundial, después de no poder realizar su apertura en el quinto juego de la serie ante los Astros de Houston por espasmos en el cuello y una lesión en el músculo trapecio.
La recuperación milagrosa de Scherzer, que fue clave para la victoria de los Nacionales, tiene nombre y apellido. Según el lanzador, el apoyo de su esposa Erica fue clave para que pudiese salir adelante.
“I felt like I was letting my team down. She had to stay in the fight. Even when I was at my worst moment, she had the belief. On the mound, I was just believing in that.” -- Scherzer on his wife, Erica, helping him revive for five in Game 7. #WorldSerieshttps://t.co/RE10J9c0Uk
— Derrick S. Ghould (@dgoold) October 31, 2019
"Tengo que darle mucho crédito a mi esposa por creer en mí", dijo Scherzer, según Bob Nightengale de USA TODAY Sports. "Porque cuando desperté el día del quinto partido, ella me vio. Estaba hecha un desastre. No podía levantar el codo por encima de mi cabeza. Sentía que estaba decepcionando al equipo. Tenía que seguir luchando".
"Ella dijo: 'Oye, podrías tratarlo. Sabemos que Stras (Stephen Strasburg) va a realizar un buen trabajo y lanzarás en el séptimo partido", añadió Scherzer. "Incluso cuando estaba en mi peor momento, ella creía en mí. Soñaba con esto tanto como todos nosotros", finalizó.
Max Scherzer couldn't hold back the tears. Congrats to the legend ? pic.twitter.com/KNM6C0PF1u
— Bleacher Report (@BleacherReport) October 31, 2019
Erica Scherzer dijo que tenía algunas dudas sobre el estado de su cónyuge incluso luego de que recibiese una inyección de cortisona el domingo para aliviar las molestias. Además, afirmó que nunca lo había visto con tanto dolor en los 15 años que llevan juntos.
Ahora el esfuerzo de de Scherzer será inmortalizado con el primer título en la historia de los Nacionales.