EN LA MIRA | El Miami Heat de LeBron, Wade y Bosh fue un gran equipo, pero no cumplió las expectativas
En el año 2010, LeBron James, sacudió al mundo del baloncesto y en una entrevista que fue transmitida en todo Estados Unidos, dio a conocer su decisión de dejar a los Cleveland Cavaliers para unirse a su gran amigo Dwyane Wade y a Chris Bosh en el Miami Heat. Este es posiblemente el movimiento de agencia libre más famoso en la historia de la NBA.
Los aficionados de los Cavs salieron a las calles a quemar las camisetas de LeBron, ya que consideraban esto como un acto de traición de un ídolo de la ciudad.
Durante la presentación de LeBron y Bosh en Miami (la cual fue por todo lo alto) James prometió en medio de risas y de forma contundente que el equipo ganaría más de cinco campeonatos. Muchos vieron esto como una simple broma, pero otros lo consideraron un acto arrogante. Inmediatamente el equipo de la Florida empezó a ser seguido día y noche por la prensa, aficionados y rivales.
Fueron en total cuatro intensos años en donde el equipo logró alcanzar Las Finales en todas esas temporadas pero solamente se quedaron con la mitad de ellas, Perdieron ante los Mavericks de Dirk Nowitzki luego de ir arriba 2-0, posteriormente superaron a un joven equipo de OKC comandado por Kevin Durant y Russell Westbrook. Luego derrotaron de forma dramática a los Spurs y al año siguiente Popovich y los suyos se desquitaron y tomaron venganza.
Es por eso que queda la sensación de que este equipo pudo dar mucho más y que finalmente no terminó siendo la dinastía que muchos anticipaban. De no ser por el milagroso triple de Ray Allen en el juego 6 de Las Finales del 2013 estaríamos hablando de un balance de 1-3 en ese periodo para los dirigidos por el entrenador Erik Spoelstra, quien dicho sea de paso tengo que decir hizo un trabajo estupendo controlando el vestuario todos esas temporadas, cuando muchos pensaban que no era el indicado para dirigir el proyecto.
En defensa de LeBron y los suyos podemos decir que el escrutinio público y la agobiante presión de la prensa en cada jornada no era fácil de manejar. En múltiples ocasiones varios miembros del Heat dieron a conocer que no fue nada sencillo lograr enfocarse ante tanta presión de los medios ante el más mínimo detalle.
De igual forma estoy seguro que cuando Pat Riley armó este plan maestro de juntar a tres jugadores con pergaminos dignos del Salón de la Fama, tenía en mente obtener más de dos campeonatos para el palmarés del Heat.
En definitiva tuvimos la oportunidad de ver a un equipo que quedará dentro de los mejores de la historia, pero lejos de poderosas dinastías como la de los Bulls de Jordan, los Celtics de Larry Byrd, los Lakers de Shaq y Kobe y los Spurs de Tim Duncan y Gregg Popovich, por citar algunas de las más conocidas en la NBA.