Michael Redd, el triplero que pudo ser tan bueno como Klay Thompson pero que las lesiones lo acabaron
Por Miguel Bonilla
La NBA ha cambiado de manera notable durante la última década, fundamentalmente por la manera en que las dinámicas ofensivas se han desarrollado en base a los lanzamientos perimetrales. A comienzos de siglo el jugador Michael Redd surgía en la liga y con un perfil como lanzador muy similar a la estrella de la modernidad Klay Thompson, figuraría como uno de los mejores jugadores ofensivos durante varios años.
Luego del debut de Redd en la temporada 2000-01, año tras año empezó a convertirse en la estrella de los Bucks y de paso uno de los mejores lanzadores de la liga. Entre 2003 y 2008 logró mantenerse en la lista de los máximos anotadores con 23 puntos por juego, además de un excelso promedio de 38% desde el perímetro.
Su rendimiento lo llevó a ser llamado al Juego de las Estrellas de 2004 y también haría parte de la selección de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2008, donde tuvo un rol como reserva por detrás de figuras como Dwyane Wade y Kobe Bryant.
Su carrera se vería truncada en 2009 al sufrir una rotura del ligamento cruzado en su rodilla izquierda y luego de una extensa recuperación regresaría a la duela, pero las cosas nunca volvieron a ser como antes.
A sus 30 años vio como su carrera se diluyó jugando tan solo 80 juegos en tres años y cargando con un promedio de 8.6 puntos por juego, finalmente decidiendo retirarse al terminar la campaña 2011-12.
Redd pudo ser uno de los mejores tripleros de la historia si el cuerpo se lo hubiera permitido.