Movimientos realizados por los Chicago Bears han dejado al equipo en mala posición de cara al futuro
Por Fernando Martínez
Hace 18 meses parecía que los Chicago Bears estaban encaminados a convertirse en un verdadero contendiente para ganar el Super Bowl. Pero las cosas no han salido de buena manera.
En primer lugar renunciaron a dos selecciones de primera ronda por Khalil Mack y luego lo convirtieron en el jugador defensivo mejor pagado en la historia de la NFL. El defensor superestrella fue tan dominante como siempre durante gran parte de la temporada 2018 y los Bears fueron uno de los pocos equipos con 12 victorias ese año.
Todo estaba bien para los Bears y pocos estaban preocupados por el capital y flexibilidad salarial.
Pero sin selecciones de primera ronda en 2019 y 2020 y con Mack, Allen Robinson II, Eddie Goldman, Akiem Hicks (y eventualmente Eddie Jackson, Kyle Fuller y Cody Whitehair) todos cobrando más de $ 10 millones por año, se quedaron con un margen de error muy fino.
Las selecciones anteriores del draft de primera ronda como Leonard Floyd, Mitchell Trubisky y Roquan Smith ahora deberán responder de gran manera si es que el equipo quiere ser un protagonista. Por ahora todos ellos han estado marcados por una constante irregularidad
Los Bears le apostaron todo a esta base e hipotecaron su futuro. Parece que el plan no fue el correcto.