New England: Una dinastía que no terminará pronto
Por Cesar Ivan Mendoza
El domingo por la noche, los New England Patriots se dieron cita en Gillette Stadium para comenzar la defensa de el título que consiguieran apenas en febrero pasado, y como muchos expertos pronosticaban, el equipo luce incluso más sólido que en la campaña anterior.
El punto más fuerte del equipo, es la defensiva, y pudo comprobarse al limitar a tan solo un gol de campo en todo el encuentro a los Steelers.
Increíblemente, hace tan solo un par de meses, se hablaba de que Tom Brady no contaría con armas suficientes para afrontar este año, por la sensible baja de Rob Gronkowski y la partida de varios receptores en la agencia libre.
La gerencia de los Patriots no solamente supo (al parecer) cubrir todos esos problemas, sino que ha rodeado a Brady con quizá el cuerpo más talentoso de receptores que haya tenido en su historia: N´Keal Harry, Antonio Brown, Julian Edelman y Josh Gordon serán los 4 ases de Tom para 2019 si se mantienen sanos, sin dejar de reconocer la valía que tienen Phillip Dorsett, Jakobi Meyers, el novato que ha resultado ser una sorpresa muy agradable y el siempre seguro James White; corredor cuya especialidad es atrapar balones.
Otra razón para fundamentar un ocaso no cercano de la dinastía más dominante de la NFL es que cuentan aún con Bill Belichick, un genio defensivo, para muchos quizá el mejor head coach de la historia, quien está volviendo a sus orígenes defensivos que aprendió en los New York Giants.
La unidad defensiva de New England luce muy sólida y con profundidad en todas sus líneas. Ayer anularon a Pittsburgh en todos los aspectos y la tendencia de mantener a los equipos abajo de los 20 puntos al parecer seguirá éste año.