¿Por qué los Azulejos no deben cambiar a Vladimir Guerrero Jr. a los Yankees?

Ver a Vladimir Guerrero Jr. suavizando su posición con respecto a un eventual cambio a los Yankees de Nueva York después de años firmemente negado a esa posibilidad y algunos desencuentros con la fanaticada del club tiene revolucionada a la MLB.

Y es natural la conmoción, porque hay muchos argumentos para demostrar lo favorable que sería la llegada del joven astro de las Grandes Ligas al equipo del Bronx.

Con 25 años de edad Guerrero Jr. muy bien podría ser el sustituto perfecto para el lesionado Anthony Rizzo por su aporte ofensivo, solvencia en la defensa de la primera base y su estatus de estrella. Verlo en el lineup junto a Juan Soto y Aaron Judge sería un sueño para cualquiera.

Pero las mismas razones que ilusionan a más de un seguidor de los Yankees ( y también a los analistas del béisbol) son obstáculos para ver concretado este movimiento. Porque desde luego que sí sería un éxito para Nueva York, pero no convendría en nada a los Azulejos de Toronto.

O en casi nada. El único punto positivo sería la llegada de prospectos de buen nivel a la organización canadiense, sobre todo si convencieran a Brian Cashman de entregar a Spencer Jones. Pero las desventajas son tales que hay analistas pronosticando que, de darse el cambio, eso podría forzar la salida del gerente Ross Atkins de la organización.

Los Yankees son rivales directos de Toronto en el Este de la Liga Americana y han protagonizado no pocos enfrentamientos de envergadura, incluso en playoffs. Este no parece ser el año de los canadienses, que están en último lugar de la tabla, pero darle su mejor jugador a Nueva York no parece un movimiento inteligente.

A todas luces lo que parece más conveniente para los Azulejos es darle al dominicano una extensión de contrato para reordenar la plantilla en torno a su gran figura, como lo ha descrito el propio Atkins.

Pero si finalmente optaran por cambiarlo (una decisión para la que no tienen prisa, pues al quisqueyano le queda un año de arbitraje) sería prudente que fuese a un equipo de otra división.