¿Por qué al circuito de Monza de la F1 se le llama el Templo de la Velocidad?
Por Heliana Guirado
Hace muchos años que el Gran Premio de Italia es uno de los más esperados por el público de la Fórmula 1, que ven a sus pilotos favoritos correr en el Autódromo Nacional de Monza, conocido popularmente como el Templo de la Velocidad.
Es justamente su nombre el que le da el carácter de apasionante, ya que hace referencia al hecho de que es el más rápido y tanto los pilotos como sus escuderías, se preparan con énfasis, porque alcanzar altas velocidades es el principal objetivo allí.
Se estima que los corredores llegan a los 350 km/h en Monza, un circuito que tiene rectas muy largas, entre las que se destacan la "Curva Grande" y "Lesmo", las más conocidas. Su diseño hace que se combinen secciones de alta velocidad y chicanes que resultan un gran desafío, lo cual crea una experiencia de completa adrenalina para los espectadores, quienes además deben acostumbrarse a los intensos ruidos.
La escudería Red Bull define a este autódromo como "La meca de la velocidad ultrarrápida", y agrega que "es el gran dinosaurio de velocidad y paredes, toda una reliquia en las carreras de motor que, a pesar de todos sus intentos por modernizarse, nunca llega a mudar del todo".
Respecto a la preparación de los coches, este equipo explica que lo más importante es llegar allí con una resistencia aerodinámica muy baja, teniendo en cuenta que en una temporada, es en Italia donde se alcanzan las velocidades más altas. Entonces los monoplazas no son tan buenos en las curvas, por lo cual debe haber un equilibrio entre ambos aspectos, para tener no sólo efectividad, sino también para proteger a los pilotos.
Monza no se salva de tener también una historia trágica, y esto se debe a que en 1928, apenas 6 años después de su inauguración, Emilio Materassi, que corría para Talbot, chocó y murió. Pero él no fue el único ya que 27 espectadores también perdieron la vida como producto del impacto.
En 1955 Alberto Ascari se sumó a la lista ya que falleció durante una carrera de entrenamiento, y en 1961 el alemán Wolfgang von Trips corrió con la misma suerte. Otros corredores también chocaron en ese lugar y aunque no perdieron la vida, destrozaron sus autos.
Estos antecedentes despertaron todas las alarmas, y obligaron a los organizadores a hacer modificaciones sustanciales en su diseño y estructura, lo cual redujo el riesgo de accidentes, ya que se eliminaron las rectas muy largas, que aparentemente eran las responsables.
Hasta 2024, Lewis Hamilton es el piloto que tiene en sus manos el récord de vuelta. Marcó 1 minuto y 18.887 segundos en 2020 con la escudería Mercedes-Benz. Él afirma que el lugar es "un circuito rápido pero verdaderamente técnico, con frenadas fuertes y grandes pianos en los que hay que recortar para mejorar la trazada".