¿Por qué los Medias Blancas de Chicago no cambiaron a Luis Robert Jr.?

En el mercado de cambios de MLB varios equipos con aspiraciones de avanzar a los playoffs buscaban ayuda para el outfield y también un bateador que potenciara la ofensiva. Y los Medias Blancas de Chicago tenían disponible a un jugador que daba respuesta a ambas necesidades.

El nombre de Luis Robert Jr. estuvo en medio de muchos rumores de traspasos antes de la fecha límite. El cubano de 27 años de edad es un gran defensor del jardín central, validado con un Guante de Oro, y viene de ganar el Bate de Plata por una sólida campaña ofensiva de 38 jonrones y 80 remolcadas.

No sorprendía ver el interés que generó en las Grandes Ligas una vez que los Medias Blancas decidieron emprender una reconstrucción y escuchar ofertas por cualquiera de sus jugadores, incluyendo al que estaba llamado a ser la gran estrella del equipo.

Incluso se habló de seis equipos interesados. Pero pasó el 30 de julio y el jardinero nacido en Guantánamo que dio 10 de sus 12 cuadrangulares entre junio y julio no fue a parar ni a Los Angeles ni a Seattle, los destinos que se mencionaban como más probables para ser su nuevo hogar.

Varios factores pudieron influir para que Robert se quedara con unos Medias Blancas que tienen una cadena de 18 derrotas y se encaminan a su segunda campaña consecutiva de 100 reveses y que por primera vez contemplaron la idea de cortar vínculos.

Antes de que se cumpliera la hora tope para los cambios, los Medias Blancas ya habían advertido que no estaban seguros de enviar al cubano a otro lugar. Algunos analistas piensan que es porque todavía lo ven como eje de un equipo ganador que pueden construir en el futuro cercano.

Otra explicación es que no consiguieron una oferta que los dejara satisfechos. Se decía entre ejecutivos de equipos rivales que los de Chicago aspiraban por Robert (a quien le queda un año más de contrato y dos opciones de club) a conseguir un cambio similar al que cerraron los Nacionales de Washington y los Padres de San Diego por Juan Soto en 2022.

El talento del outfielder no está en duda, pero era difícil que alguna organización aceptara un trato de esa magnitud por los riesgos que implica tomar a un jugador con un amplio historial de problemas físicos, que tiene sólo una temporada de 100 juegos en las mayores y que este año se perdió dos meses por una lesión en el flexor de la cadera.