¿Por qué Miguel Cabrera no es el mismo bateador de antes?
Por Mariana Moreno
Miguel Cabrera llegó ayer a 474 jonrones de por vida y se ubicó en la casilla 33 de todos los tiempos, luego de superar al puertorriqueño Carlos Delgado. Uno más y se pondrá a la par de Stan Musial y y Willie Stargell.
El palazo del jugador de los Tigres de Detroit representó apenas el noveno de la campaña. Uno de los registros más bajos en esa categoría en toda su carrera.
Para nadie es un secreto que Cabrera ya no es el mismo de antes. Atrás quedaron aquellas campañas con más de 40 jonrones y 100 remolcadas y sus astronómicos promedios al bate por encima de los .310 puntos.
Desde 2017 las lesiones lo aquejan y ahora para el nacido en Maracay la prioridad es otro. En este 2019 se detectó que tiene problemas crónicos en las rodillas y que solo puede actuar como bateador designado.
Por ello, el derecho se cuida ahora con extremo cuidado y solo busca hacer contacto. Si la pelota pasa más allá de la barda, bienvenido sea. Y por su condición física, obviamente ha hecho cambios en su swing.
Son 36 años de edad para Cabrera y el cuerpo lo sabe. Y por si fuera poco, los bengalíes están en pleno proceso de reconstrucción. Así que la labor del slugger no es otra sino mantenerse sano.