¿Por qué los Piratas de Pittsburgh no cambiaron a Aroldis Chapman?

Cuando Aroldis Chapman firmó un contrato de un año con los Piratas de Pittsburgh en la agencia libre el pasado invierno, todos en MLB dieron por sentado que lo veríamos cambiar de uniforme a mitad de la temporada.

Así había sucedido en la campaña anterior, cuando llegó a los Rangers de Texas en la fecha límite de cambios de Grandes Ligas para hacer su contribución en el equipo que terminó ganando la Serie Mundial.

Pero no fue así, a pesar de la alta demanda de relevistas que hubo en el mercado de traspasos, y Chapman terminará el torneo como jugador de los Piratas.

La permanencia del veterano es una buena noticia para el manager Dereck Shelton, que guardaba la esperanza de conservarlo en el tramo final. Es curioso que así lo quisiera, porque la velocidad del cubano de 36 años de edad ha ido perdiendo un poco de explosividad a lo largo del torneo (aunque sigue rozando las 100 mph) y el serpentinero ha pasado a un rol distinto al de cerrador.

Además, era posible que en Pittsburgh consiguieran algún retorno por él, aunque fuese un “jugador de renta” y a pesar de sus números (tiene balance de 4-4, 4 juegos salvados en 47 apariciones, efectividad de 3.67 y 67 ponches en 41.2 entradas) estén muy lejos de los que mostraba en su mejor momento.

A diferencia de otras campañas recientes, los bucaneros no fueron “vendedores” en el mercado de cambios, porque no han renunciado a sus posibilidades de tomar uno de los comodines de la Liga Nacional. Con récord de 56 triunfos y 56 derrotas están a 4 juegos de la zona de clasificación a los playoffs y no se rinden.

Esa puede haber sido una de las razones que tuvo la gerencia para no cambiar a Chapman: lo necesitan en el bullpen ante los problemas que ha tenido su cerrador David Bednar. También puede haber sucedido que no recibieran una oferta que les hiciera pensar que merecía la pena entregar a un jugador cuya experiencia de 15 años en el circuito puede ser clave para afrontar el final de esta temporada.