¿Por qué los Yankees no deberían contratar a Carlos Correa?
Por Mariana Moreno
La incertidumbre sobre el fin del conflicto patronal en la MLB continúa, y con ella la espera de los aficionados de los Yankees de Nueva York por saber quién será el campocorto del equipo en 2022.
La gerencia de los Yankees se debate entre contratar a alguno de los torpederos elite disponibles en el mercado de Grandes Ligas, pactar un cambio o buscar una solución a corto plazo mientras espera el desarrollo de los prospectos estrella que tiene en las granjas.
En reportes de prensa se ha mencionado que en el Bronx tuvieron contactos antes del cierre patronal con los representantes de Carlos Correa. Pero su contratación no sería una buena idea.
En contra de las posibilidades del puertorriqueño de llegar al Yankee Stadium está principalmente su costo. Ha rechazado varias ofertas porque no está dispuesto a ceder en sus aspiraciones de un contrato por 10 años y $350 millones.
Es un precio excesivo incluso para un equipo de finanzas sólidas como las de los Yankees, que tienen compromisos con Gerrit Cole y Giancarlo Stanton y pueden adquirir otro con una eventual extensión para Aaron Judge.
Además no tiene sentido meterse en un contrato de ese estilo teniendo a dos buenos prospectos de la posición, programados para debutar en las mayores a más tardar en dos años.
Hay otros elementos a considerar, como la vinculación de Correa con el esquema de robo de señas de los Astros de Houston, algo que manchó su reputación para siempre y ha creado un mal clima entre el boricua y varios jugadores de Nueva York, como el propio Judge.
Otro obstáculo es su historial de problemas físicos. Los Yankees han sufrido lo suficiente con las lesiones de varios de sus jugadores clave y es comprensible que sientan temor por pagar lo que Correa pide sabiendo que tiene tendencia a lastimarse y que se corre el rumor de que tiene dolencias lumbares.