Las primeras declaraciones de la menor de edad del caso de Wander Franco

El caso que tiene a Wander Franco como principal acusado de delitos de explotación sexual y lavado de dinero sigue generando polémica, debido a que la supuesta víctima es una menor de edad. Y ahora tomaron estado público las declaraciones que dio a la justicia, donde se deja en claro una especie de complot entre el pelotero y la madre de la adolescente.

El medio Noticias SIN fue el que difundió lo que la denunciante dijo a una de las psicólogas de la fiscalía de Puerto Plata, en República Dominicana, donde está detenido el campocorto. “Desde pequeña mi madre me ha visto como una forma para ella sacar beneficio tanto con las parejas que ha tenido como con mis parejas, y es algo que me desagrada mucho“, reveló.

Lo expresado por la víctima coincide con los detalles que están surgiendo respecto al tema, y según recopila el medio El Diario, Franco no sólo estaba involucrado íntimamente con ella, sino que para hacerlo le pagaba a su mamá “mensualidades” que rondaban los $8.600.

Además, un dato hasta ahora desconocido es que la madre del jugador de los Rays de Tampa Bay habría realizado tres transferencias a la familia de la menor, dos por el monto nombrado anteriormente y una por $17.200 dólares.

El medio que tuvo acceso a documentos de la fiscalía explica también que luego del allanamiento hecho a la casa de la mamá de la menor, se encontraron $81.0000 en efectivo y un vehículo que habría sido pagado por el deportista dominicano.

Este viernes 5 de enero Franco comparecerá ante el juez para saber cómo sigue su situación y si el magistrado hace caso a lo solicitado por los fiscales, quienes afirmaron que el deportista debe permanecer bajo arresto (al menos domiciliario), además de pagar una multa.

Mientras tanto Teodosio Jáquez Encarnación, abogado del pelotero, asegura que lo que se está haciendo con su cliente es un montaje. "Ustedes son periodistas y comunicadores, saben lo que es un show mediático, ¿verdad?", expresó el profesional y agregó: "Ya no tengo que decir otras palabras".