¿Qué le falta a los Warriors para ser una de las mejores dinastías en la historia de la NBA?
Por Miguel Bonilla
Los Golden State Warriors se encuentran a una victoria de coronarse en Las Finales de la NBA de 2022 y si bien aún no es un hecho, este sería potencialmente su cuarto campeonato en la última década, consolidándose como la dinastía moderna más importante de la liga.
Lo hecho por los Warriors ha traído a la memoria grandes equipos como los Lakers de los años 80s o los Bulls de los 90s, otras organizaciones de manera consistente lograron sumar títulos y escribir con letras doradas su nombre en la historia de la NBA.
¿Están los Warriors al nivel de las grandes dinastías?, es una de las preguntas más recurrentes frente a la lugar que ocupará este equipo liderado por Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y con Steve Kerr como entrenador en jefe. Para entrar en la conversación de los equipos ya mencionados, pueden que aún se encuentren cortos, pero van bien encaminados.
Si finalmente consiguen superar a los Boston Celtics en la serie final, el reto de la gerencia de los Warriors estará en cómo mejorar esta plantilla y volver a figurar en la campaña 2022-23, ya que no hay una mejor manera de seguir sumando méritos como una de las mejores dinastías de la historia que ganando más campeonatos.
Primero está el hecho de que independiente del profesionalismo y gran energía que aportar Kevon Looney, reforzar su defensa en la pintura será una de las prioridades del equipo y allí hay dos alternativas: confiar en el desarrollo de James Wiseman o apostar por un cambio en el mercado de la NBA.
Tras una temporada en la que Wiseman no pudo jugar por recuperarse de una lesión de rodilla, hay mucha incertidumbre sobre lo que será su futuro, ya que con 20 años aún tiene mucho potencial como una futura estrella, pero puede que los Warriors necesiten más realidades que promesas en este punto.
El nombre de Rudy Gobert es uno de lo más relevantes dentro de la baraja de candidatos que podrían llegar a los Warriors, pero esto le implicaría a la organización entregar no solo a Wiseman, sino como mínimo a otro prospecto de la talla de Moses Moody y a Andrew Wiggins, quien ha sido clave en la temporada 2021-22 en su apuesta por el campeonato.
Otro detalle que deberá tomar en consideración la gerencia es justamente la renovación de Wiggins, uno de los mejores anotadores y defensores en la plantilla, además del contrato que puedan entregarle a Jordan Poole, quien dio un salto de calidad notable esta campaña. Esto los colocará en graves aprietos salariales, pero parece que a los dueños del equipo no les preocupa de más.
Todo quedará en las manos de lo que puedan hacer Bob Myers y Rick Welts como los encargados del proyecto de los Warriors, no solo uno de los mejores equipos de la última década en la NBA, sino también los responsables de haber cambiado la forma en que se juega el baloncesto en la actualidad.