¿Qué tiene que hacer Luis Severino para quedarse en los Yankees?
Por Mariana Moreno
Luis Severino no ha podido hacer ni un lanzamiento con los Yankees de Nueva York en esta temporada de MLB, pero ha sido protagonista de varios titulares.
La prensa que cubre las Grandes Ligas ha reseñado tanto sus críticas al plan de rehabilitación que diseñó su organización, hasta su deseo de ser parte del club “por el resto de su vida”.
Pero no está claro que a Severino se le vaya a cumplir el sueño. El derecho dominicano de 29 años de edad está en lista de lesionados una vez más, ahora por una distensión en el lateral derecho, y está en su último año de contrato.
Su permanencia en Nueva York está en la incertidumbre y con la posibilidad de ir a la agencia libre al final de la campaña, algunos analistas creen que puede ser usado como pieza de cambio antes de la fecha límite,
Pero no todo está perdido para el quisqueyano, que todavía puede ganarse la oportunidad de seguir siendo parte de la rotación de abridores en el Bronx. Para ello, sin embargo, tienen que cumplirse algunos factores.
En primer lugar, debe mantenerse sano. SU historial de lesiones es amplio e incluye una cirugía Tommy John, pero para poder quedarse debe estar a plenitud de condiciones y no regresar a la lista de inactivos.
Luego, es preciso que tenga un rendimiento superlativo. En 2022 tuvo efectividad de 3.18 en 19 aperturas, balance de 7-3 y 112 ponches en 102.0 innings lanzados pero necesita estar por encima de esos números para que la gerencia sienta que merece seguir siendo parte del equipo.
Sobre todo, Severino necesitará rendir en la postemporada, que ha sido una materia pendiente para él. No ha podido sumar un triunfo en los últimos 9 partidos de playoffs que ha disputado para los Yankees y su efectividad de or vida en estas instancias es de 5.15.
También le ayudaría medirse en sus declaraciones. Sus críticas de la semana pasada no son el primer desencuentro que vive con el equipo. En años anteriores ha sido muy abierto en manifestar su desagrado por las decisiones que toma la organización y nadie quiere un mal clima de trabajo.