LeBron James y Los Angeles Lakers fueron de los pocos que tras el boicot de la NBA debido al abuso policial en contra de Jacob Blake decidieron no jugar más y forzar la cancelación de los playoffs de la temporada de 2019-2020.
Sin embargo, James y compañía cambiaron de opinión por el bien de la mayoría de los jugadores de la liga y de los intereses de la misma, que hasta la fecha ha invertido millones de dólares en la burbuja de Orlando.
Según Chris Haynes, de Yahoo Sports, los Lakers se reunieron con más calma hasta altas horas de la noche, calmando el ímpetu de LeBron y de los que querían el boicot total de la campaña.
"Chris Paul y Andre Iguodala fueron clave para que los que se oponían a seguir jugando cambiaran de opinión", informó Stadium.