Si los Yankees no firman a Carlos Correa será un fracaso rotundo de la directiva
Por Mariana Moreno
Los aficionados de los Yankees de Nueva York son presa de la impaciencia, al ver que el equipo del Bronx no ha estado involucrado en el frenesí de los grandes fichajes pactados en las últimas horas en el mercado de la MLB.
Brian Cashman, gerente de los Yankees, había dicho recientemente que mantuvo conversaciones con los representantes de los cinco campocortos de élite que estaban disponibles en la agencia libre de las Grandes Ligas.
En las últimas horas tres de ellos han conseguido un contrato y los Yankees siguen sin hacer el gran movimiento que los ponga en camino de la Serie Mundial.
Todavía tienen la oportunidad de ir por Carlos Correa y algunos analistas pronostican que en Nueva York tratarán de llegar a un acuerdo con el puertorriqueño, que viene de ganar su primer Guante de Oro y disputar su tercera Serie Mundial en cinco años.
Más allá de las diferencias que puedan existir entre Correa y algunos miembros de la plantilla de los Yankees o de su elevado precio cuando en el Bronx hay otros compromisos y necesidades, Cashman debe hacer el esfuerzo de conseguir al boricua.
No ha logrado sumar un brazo de jerarquía a la rotación, no ha resuelto un eventual regreso de Anthony Rizzo ni se ha definido la extensión para Aaron Judge. La pasividad de los Mulos en este receso de invierno ha sido cuando menos sorprendente.
Con tantos frentes abiertos, la gerencia debe traer a Correa. No sólo para dar estabilidad a la línea central de la defensa, sumar un bate peligroso al lineup y beneficiarse tanto de su experiencia en postemporada como de su liderazgo, sino para dar un golpe de autoridad y evitar el fracaso en este invierno.