SIN EQUIPO | En la época de Jordan el baloncesto era más físico pero ahora hay mayor talento en la NBA
Por Luis Nieves
Muchos especialistas destacan que en la era de Michael Jordan con los Chicago Bulls, el baloncesto era muy físico, aunado al hecho de que la NBA contaba con enormes luminarias como Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, entre otros. Pero si es cuestión de comparar a las estrellas de antes con las actuales, es imposible dejar de lado el increíble talento internacional que se puede ver en la liga actualmente, gracias en parte al buen trabajo que ha hecho el comisionado Adam Silver a la hora de globalizar el deporte.
Siempre han habido buenos jugadores europeos en la NBA, pero realmente eran casos esporádicos, y ahora podemos encontrar a grandes talentos provenientes de todos los continentes.
Luka Doncic, Kristaps Porzingis, Nikola Jokic, Marc Gasol, Ben Simmons y Pascal Siakam son seis casos que se pueden mencionar a la hora de señalar el impacto que el talento extranjero le ha dado a la liga. Hace 30 o 20 años, casi siempre los equipos firmaban a pívots europeos que sólo aportaban en el aspecto defensivo.
Ahora los hombres del juego interno han desarrollado una versatilidad tremenda, es decir pueden generar una notable cantidad de triples y asistencias, algo que antes no se veía.
Es irrepetible el equipo que armó Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Ese Dream Team tenía a varios de los mejores jugadores de la historia, pero no por eso podemos menospreciar el impresionante talento que se ha desbordado en la NBA en las últimas dos décadas.
Hombres como Vince Carter, Allen Iverson, Kobe Bryant y Shaquille O'Neal, le dieron mayor popularidad al deporte por sus increíbles hazañas en los años siguientes al retiro de Jordan. Y al trabajo de los hombres mencionados, se le suma lo conseguido por la generación de LeBron James y Carmelo Anthony.
En conclusión, con el lanzamiento del documental de ESPN, The Last Dance, muchos jugadores de esa época se han dado a la tarea de restarle valor a las figuras de hoy, algo que me parece erróneo y poco humilde, ya que estamos hablando de un baloncesto muy diferente al que se jugaba cuando Michael Jordan era el Dios de la NBA.
Lo cierto es que, como pasa en todos los deportes, siempre existirán polémicos debates sobre quién es mejor que quién en la historia de la disciplina, pero en mi opinión, lo que hay que resaltar es la extraordinaria capacidad que tuvo cada jugador para convertirse en una superestrella, no importa el año.
Es muy probable que LeBron hubiese ido al Dream Team del 92, y seguramente Jordan sería candidato al MVP todos los años si jugara actualmente. Sigamos disfrutando del baloncesto, y preparémonos para vivir grandes momentos protagonizados por las nuevas figuras: Doncic, Trae Young, Zion Williamson y compañía.