SIN EQUIPO | Vizquel es una leyenda de MLB pero su carrera pierde brillo por no saber cuándo retirarse
Por Luis Nieves
Omar Vizquel es uno de los mejores campocortos latinos en la historia de las Grandes Ligas. Actualmente busca ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown, aunque sus últimos años de carrera donde casi no vio acción le juegan en contra.
Si bien es cierto que el venezolano tuvo unos años brillantes con los Indios de Cleveland, donde casi gana la Serie Mundial de 1997 ante los Marlins de Florida, al irse a la Liga Nacional para ponerse el uniforme de los Gigantes de San Francisco su nivel empezó a bajar, aunque se mantenía siendo un pelotero de todos los días. Pero durante los últimos 5 años de su carrera, Vizquel fue un jugador de banca con los Gigantes, Rangers de Texas, Medias Blancas de Chicago y Azulejos de Toronto. Definitivamente esa ambición por seguir subiendo algunas estadísticas terminaron perjudicando otras, aunado al hecho de que a los 45 años cuando finalmente colgó el guante, era considerado por el público como un “pelotero del montón” dada su poca relevancia en el campo.
Con todo y la poca acción que tuvo en la recta final de su carrera, el actual manager de los Toros de Tijuana terminó con 2.877 hits en la MLB, con un WAR de 45.6 y 404 bases robadas, además de sus impresionantes registros defensivos que lo llevaron a ganar 11 Guantes de Oro y lo ubican como uno de los mejores shortstop de su generación. Quizás termine convirtiéndose en el segundo venezolano en el Salón de la Fama, pero en mi opinión necesitó darse cuenta a tiempo que su momento como pelotero activo ya había terminado.
Un ejemplo de saber cuando retirarse es David Ortiz, quien se despidió del béisbol profesional en 2016 a los 40 años, siendo la estrella de los Medias Rojas de Boston con 38 jonrones y 127 carreras impulsadas.
Nadie puede dudar de que la magia de Vizquel con el guante es algo que tal vez nunca se vuelva a ver, pero ese estatus de leyenda se vio afectado por su ambición de “engordar“ algunas estadísticas, algo que se le respeta pero genera que su imagen como figura se vea claramente afectada, además de que su puesto en la banca pudo haber sido utilizado por Toronto para darle fogueo a algún joven prospecto.
No se trata de hablar de forma negativa del gran ”Manos de Seda”, simplemente es una crítica a cómo terminó su extraordinaria carrera, y nadie niega que es el ídolo indiscutido de muchos fanáticos al béisbol en Venezuela y otras partes del mundo.