Si la temporada de la MLB se cancela el béisbol pasaría a ser el deporte de menos interés en Estados Unidos
Por Mariana Moreno
El comisionado Rob Manfred lo sabe: si no se juega la temporada de 2020 en la MLB, será un desastre para la liga.
“No estoy seguro de si se jugará este año, el riesgo es real”, le dijo Manfred a Jeff Passan, de ESPN. “Es un desastre para nuestro juego, no hay duda al respecto”.
Realmente, no la hay. Mientras otras ligas profesionales ya han regresado a la acción y otras se preparan para la vuelta, no ha habido manera de que las partes en conflicto en la MLB logren llegar a un acuerdo.
Que la principal disputa sea financiera es algo que no agrada a los aficionados, que acusan una falta de empatía, en un país que cuenta con millones de personas sin empleo por la pandemia. Y en un deporte que ha estado preocupado por la reducción sistemática de sus niveles de audiencia en los últimos años, eso es preocupante.
“Esto no debería de estar ocurriendo y es importante que encontremos una forma en la que podemos superarlo y llevar el deporte de vuelta al campo para el beneficio de nuestros aficionados”, admitió el comisionado Manfred, que sabe que MLB está por debajo de otras ligas estadounidenses como la NBA y la NFL, en la preferencia de los aficionados.
Cancelar la temporada de 2020 sería un golpe mortal. Y no solo por las pérdidas en derecho de transmisión y publicidad. Es el comportamiento de los aficionados lo que debería ser motivo de angustia.
En la liga ni siquiera tienen que imaginarse el escenario, ya han vivido esto antes. La huelga de 1994 generó un rechazo difícil de borrar. Y en la MLB no han sabido capitalizar el segundo aire que les dio la batalla de jonrones de Sammy Sosa y Mark McGwire en 1998.
Los dueños de equipo y los jugadores necesitan llegar a un punto de acuerdo por el bien del béisbol. De no lograrlo, están condenados a ver como los aficionados se alejarán, tal vez sin un camino de regreso.