¿Terry Collins tiene razón al decir que no se arrepiente de dejar a Santana durante todo su no hitter?
Por Mariana Moreno
Recientemente se cumplieron ocho años del partido sin hits ni carreras de Johan Santana con los Mets de Nueva York y la fecha ha reabierto una vieja herida.
La polémica ha vuelto a encenderse, porque hay quienes sostienen que dejar que Santana lanzara ese juego hasta el final acabó con su carrera.
El zurdo venezolano venía de perderse una temporada por lesión y ese día, ante los Cardenales de San Luis, hizo la mayor cantidad de envíos de su carrera, 134.
Tras ese encuentro, Santana tuvo efectividad de 8.27 en sus últimas 10 aperturas de la temporada, para luego recaer de sus lesiones, pasar dos veces por el quirófano y finalmente darse por vencido.
En ese momento el manager de los Mets, el que tomó la decisión de dejar a Santana, era Terry Collins. Y aunque defiende su posición, también confiesa que la culpa lo ha perseguido, aunque ahora se ha perdonado a sí mismo.
¿Tuvo razón de dejarlo completar el no hitter?
El mismo Santana no le guarda rencor. Ciertamente era un riesgo haberlo dejado lanzar tanto y sin dudas comprometió su salud y tal vez contribuyó al finl de su carrera, pero posiblemente hizo lo mejor.
El venezolano tenía un historial de lesiones y aunque parecía estar recuperando el rumbo, seguía siendo muy frágil. Tal vez nunca hubiera tenido oportunidad de completar otro no hitter
Antes del juego, Collins dijo que Santana alcanzaría un máximo de 110 lanzamientos, quizás 115. Finalizado el partido, contó que quería sacar a su lanzador, pero que "no podía hacerlo".
Después de todo, no se trataba solo de que el zurdo mereciera la oportunidad de conseguir su joya. También se trató del primer juego sin hits para la franquicia, así que había mucho en juego.
Resulta imposible saber si Santana hubiese podido lograr esa hazaña en otra ocasión, o si la salud no se habría resentido por otra causa, pero aunque su carrera no volvió a ser la misma tras aquel partido, Collins parece haber tenido razón al dejarlo completar el juego y está bien que no se arrepienta de su decisión.