Miguel Cabrera consiguió este sábado conectar un hit por segundo partido seguido con los Tigres de Detroit y lleva cuatro inatrapables en sus últimos dos juegos de esta temporada de MLB.
Pero la verdad es que el venezolano de 40 años de edad está muy lejos de tener una buena campaña de despedida de las Grandes Ligas.
On this day in 2014, two-time defending AL MVP Miguel Cabrera signed an eight-year contract extension with the Tigers. Including the two years remaining on his present contract, the deal is worth $292 million, making it the biggest in major league history at the time
— Baseball Reference (@baseball_ref) March 29, 2021
Cabrera tiene en 2023 una línea de apenas .202/.283/.245, sin jonrones, con cuatro dobles y sólo 7 carreras impulsadas en 29 partidos, muy lejos del rendimiento que lo llevó a ser uno de los bateadores más temibles de las mayores, ganador de 7 Bates de Plata y cuatro títulos de bateo.
Los números de 2023 tienen nerviosos a sus seguidores, que temen que Detroit le muestre la puerta de salida antes de que termine la campaña y reciba el homenaje que le están preparando en su adiós de los campos de béisbol.
Nada está escrito sobre piedra, pero es improbable que un despido suceda. Y no sólo por el aspecto moral de lo que significa el año de retiro de una leyenda de la franquicia y futuro miembro del Salón de la Fama.
También porque, aunque lo cortaran, no representaría nada en términos económicos. El venezolano, que fue ganador de la Triple Corona y dos veces MVP, está en su último año de contrato con los Tigres y tiene un salario garantizado de 32 millones de dólares, un monto que lo tiene entre los peloteros mejor pagados de la MLB.
A menos que hubiese una negociación entre las partes, dejar a Cabrera en libertad no le ahorrará esa cantidad de dinero a Detroit. Por lo tanto, no valdría la pena hacer ese movimiento. A ese argumento se aferran los seguidores de la leyenda, que esperan verlo retirarse en sus propios términos.