Los Yankees deben firmar a Carlos Correa, ir por la Serie Mundial y cambiar a Anthony Volpe

Una vez termine el cierre patronal de la MLB y se reanuden las negociaciones, los Yankees de Nueva York deben tomar una decisión crucial con respecto a lo que harán con la posición de campocorto.

En la gerencia de Nueva York se enfrentan con un dilema. Es fundamental entregarle la posición a alguien distinto de Gleyber Torres, quien que se encargará de la segunda base.

Pero tienen varias formas de resolver la situación. Uno es acudir al mercado de cambios, o firmar a uno de los agentes libres disponibles en las Grandes Ligas, con Carlos Correa como primera opción.

La alternativa es contratar a un jugador con un pacto a corto plazo, a la espera de que Anthony Volpe, su prospecto número 1 en las granjas, termine su desarrollo y pueda asumir la titularidad. Para esto, sin embargo, podrían necesitarse un par de años.

En el Bronx, tienen 12 temporadas sin acudir a la Serie Mundial y eso es una eternidad para la franquicia con más títulos en las Grandes Ligas. Los aficionados reclaman y la gerencia encabezada por Brian Cashman sabe que está obligada a tomar medidas.

Aunque en los Yankees tienen varios departamentos que deben reforzar y quieren mantenerse por debajo del umbral del impuesto al lujo, el escenario los obliga a pagar por Correa, una estrella que los llevará de vuelta a la lucha por un título.

No será barato, pues el puertorriqueño que viene de ganar su primer Guante de Oro ha dejado claras sus aspiraciones económicas. Quiere un contrato por 10 años y más de 300 millones de dólares y los Yankees se ven obligados a sacar la chequera.

Mientras, Volpe, a quien consideran como una futura estrella, puede convertirse en una excelente pieza de cambio para cuando necesiten refuerzos a mitad de la temporada, de cara a los playoffs.