Finalmente los Yankees de Nueva York pudieron ver el debut en esta temporada de MLB de DJ LeMahieu, que llegó en el momento justo para auxiliar con la ausencia indefinida del lesionado Oswaldo Cabrera.
El manager Aaron Boone siempre dijo a los periodistas de Grandes Ligas que esperaba ver al veterano infielder regresar en buena forma y recuperar su nivel ofensivo, el que lo llevó a ganar dos títulos de bateo y dos Bates de Plata.
Sin embargo, los primeros partidos de LeMahieu están superando cualquier expectativa: conectó su primer jonrón en más de un año, tiene promedios de .333/.385/.583 con OPS de .968 y su defensa de la segunda base ha estado impecable, a pesar de los meses de inactividad.
En Nueva York han tenido mucha paciencia con el jugador, que en las últimas dos campañas se ha venido en picada con recurrentes problemas físicos y un declive crítico en su rendimiento ofensivo que llevó a pensar que se desvincularían de él en 2024.
Este buen regreso es una buena noticia para el equipo y también para él, porque flotaba en el ambiente la idea de que era su última oportunidad. Sin embargo, puede que no baste para asegurar su permanencia en el Bronx.
Si LeMahieu sigue mostrando un buen nivel y se mantiene sano de seguro llamará la atención de equipos que buscan ayuda de cara a la postemporada. Su experiencia, su versatilidad defensiva y su contacto pueden ser muy valiosos y en Nueva York lo saben.
Para la gerencia de Brian Cashman una oferta por LeMahieu sería una suerte de tabla de salvación. Al jugador de 36 años de edad le queda todavía otra campaña en su contrato que le garantiza el pago de 15 millones de dólares, el mismo salario de esta temporada. Este acuerdo tiene veto de cambio para cinco equipos no mencionados, así que es el primer obstáculo que deben salvar.
Con todo el tiempo que se ha perdido (apenas jugó 67 partidos en 2024 y 125 en la zafra anterior) su salida vía cambio antes de la fecha límite no generaría una crisis para Boone siempre y cuando Jazz Chisholm Jr. ya esté habilitado. Sin embargo, empujaría a la gerencia a buscar un tercera base en el mercado para no depender de Oswald Peraza.
Si la negociación sucede durante el invierno los neoyorquinos tendrían mayor margen de tiempo para el manejo de la situación y podrían pensar en la firma de un jugador como el venezolano Eugenio Suárez en la agencia libre para entregarle la antesala.