Las ventajas y desventajas para Anthony Santander de firmar con los Yankees de Nueva York
Por Mariana Moreno
¿Debe Anthony Santander irse a los Yankees?
Los Yankees de Nueva York hacen todo lo posible por convencer a Juan Soto de firmar con ellos en la agencia libre de MLB, después de verlo triunfar en el Bronx en 2024.
Pero saben que perderlo es una posibilidad latente y en la gerencia se preparan para un plan alterno buscando entre los candidatos disponibles en el mercado de Grandes Ligas.
Se dice en el circuito que los Yankees pueden ver al outfielder venezolano Anthony Santander, un rival conocido porque jugó 8 temporadas para los Orioles de Baltimore como un sustituto para Soto sobre todo después de verlo escoltar a Aaron Judge entre los jonroneros de la Liga Americana (44) y conseguir la primera zafra con 100 remolcadas (102) de su carrera.
¿Por qué Anthony Santander debe firmar con los Yankees de Nueva York?
Santander conoce bien la División Este de la Liga Americana por sus años en Baltimore y eso puede usarlo a su favor para tener un buen paso por el Bronx. En Yankee Stadium tiene promedios de .220/.299/.447, OPS de .746 y es donde ha conectado la tercera mayor cantidad de jonrones con 9 (tras el Camden Yards y el Fenway Park). También suma 5 dobles y 21 carreras impulsadas en 36 partidos de por vida.
Su condición de bateador ambidiestro puede hacerlo destacar en el lineup del manager Aaron Boone y también podría beneficiarse de la asociación con Judge para potenciar la ofensiva e incluso mejorar sus números personales.
Ir a un equipo de mercado grande y tradición ganadora lo ratificaría como una estrella en el circuito y le daría mucha más exposición, además de la garantía de disputar los playoffs año tras año.
¿Por qué no le conviene a Anthony Santander firmar con los Yankees de Nueva York?
En el lineup de los Yankees puede ser muy útil, pero nunca será el gran protagonista y vivirá a la sombra de Aaron Judge. Otro elemento que debe considerar Santander al tomar su decisión es su disposición a jugar bajo la exigencia y presión constante de los seguidores del equipo y los periodistas de Nueva York, una experiencia que no ha tenido que vivir en Baltimore.