El abridor de los Dodgers de Los Angeles, Bobby Miller, recibió un pelotazo a 106 millas por hora en la cabeza, durante un encuentro de pretemporada contra los Cachorros de Chicago.
El lanzador cayó al suelo sujetando su cabeza en lo que fue un momento realmente tenso, pues no se sabía la situación del serpentinero. Michael Bush, el bateador, se quedó petrificado en el home plate, temiendo lo peor para su oponente.
Miller intentó evitar con sus brazos que la pelota golpeara su rostro, pero fue complicado por la contundencia del batazo. En la parte derecha de su rostro se evidenciaba el golpe una vez que abandonó el encuentro.
Miller llegó a los entrenamientos primaverales para tratar de olvidar un decepcionante 2024 y ganarse un puesto con los Dodgers. Está buscando un cupo como quinto abridor de una rotación del manager Dave Roberts que parece sólida.
Los Dodgers ya anunciaron a sus dos primeros abridores de la temporada, que serán Yoshinobu Yamamoto y Roki Sasaki. Ambos japoneses tendrán la oportunidad de lanzar en su país, en la Tokio Series, que será precisamente ante los Cachorros de Chicago.
Miller, de 25 años de edad, tiene dos años de experiencia en la MLB y el año pasado registró 8.52 de efectividad, con récord de 2 victorias y 4 derrotas, en 56.0 entradas lanzadas. En su carrera tiene 5.24 de carreras limpias permitidas.