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¿Qué apodo tenía el piloto de la Fórmula 1 Ayrton Senna?

Ayrton Senna se volvió una figura reconocida a nivel mundial gracias a su talento y carisma en la pista, pero lo que muchos no saben es que en su círculo más íntimo tenía un apodo por el cual lo llamaban desde que era un niño
Ayrton Senna ganó 3 campeonatos de la Fórmula 1, antes de su trágica muerte
Ayrton Senna ganó 3 campeonatos de la Fórmula 1, antes de su trágica muerte / Paul-Henri Cahier/GettyImages
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Cuando se piensa en la Fórmula 1 es imposible que el nombre de Ayrton Senna no venga a la mente de todos. Un piloto excepcional y un hombre carismático, que se llevaba muy bien con las cámaras y al que muchos conocían como "Beco", apodo que surgió de sus padres, cuando era un niño.

Milton Guirado Theodoro da Silva y Neyde Senna, progenitores del corredor, optaron por "Caneco" como la denominación que usarían con él. Sin embargo, Lilian, prima de Ayrton, no podía pronunciarlo (debido a que era muy pequeña y estaba aprendiendo a hablar), por lo cual le decía "Beco", que quedó como fijo.

Tal como sucede con la mayoría de las figuras del automovilismo, la pasión de Ayrton por los autos inició cuando era un niño y fue así como su papá (que tenía un buen nivel económico debido a que era dueño de fábricas y tierras), le regaló un mini kart, que fue su primer auto de carreras.

Su niñez, acomodada y llena de lujos, fue muy linda también desde lo afectivo. Los momentos que más recordó siempre fueron los días de Grandes Premios, cuando él se levantaba a la hora que fuera para ver a sus ídolos correr, soñando con llegar hasta allí.

"Pasó por el deporte como un cometa, una superestrella de otro mundo cuyo brillo como piloto estaba acompañado por un intelecto deslumbrante y un carisma resplandeciente que iluminaron las carreras de Fórmula 1 como nunca antes", dice la competición de manera oficial sobre el brasileño.

"Nadie se esforzó más ni se exigió más, ni nadie arrojó tanta luz sobre los extremos a los que sólo llegan los mejores pilotos. Intensamente introspectivo y apasionado en extremo, Ayrton Senna buscó sin cesar ampliar sus límites, ir más rápido que él mismo, una búsqueda que finalmente lo convirtió en un mártir, pero que no disminuyó su mística", se concluye sobre su paso por las pistas.