Juan Soto no está viviendo tiempos sencillos en esta temporada de MLB. La estrella de los Mets de Nueva York ha tenido que lidiar con semanas complicadas en las que ha sido objeto de críticas y señalamientos de todo tipo.
La intensidad de los comentarios subió después de su visita a Yankee Stadium, y se empezó a cuestionar su esfuerzo, su lenguaje corporal, su relación con los compañeros de equipo y por supuesto se subraya que sus números están lejos de lo que se espera del jugador con el mayor contrato en la historia de las Grandes Ligas.
Soto pactó con los metropolitanos en la agencia libre por 15 años y 765 millones de dólares, y la presión se ha sentido. Con suerte, su doble del sábado para definir un triunfo ante los Dodgers le ayudará a salir del mal momento o al menos apaciguará las críticas.
Aunque parezcan exagerados los señalamientos para un jugador de su talento, tienen algo de razón. Antes de este fin de semana, el dominicano bateaba para .119 (de 42-5) con corredores en posición anotadora y ESPN destaca que con ello ocupaba “el puesto 164 entre 167 bateadores calificados”.
Sólo tenía un imparable en sus 24 turnos anteriores con corredores en posición de anotar y en sus últimos 11 juegos tenía de 40-5 sin extrabases y con apenas dos carreras impulsadas. Su manager, Carlos Mendoza, le ha mostrado respaldo.
“No sé qué dicen los números subyacentes, pero este tipo ha tenido muy mala suerte”, dijo Mendoza. “Fue bueno verlo finalmente obtener los resultados”.
Soto llegó a Queens con un estándar elevado de expectativas. Venía de una de sus mejores campañas ofensivas en el otro lado de la Gran Manzana, con un tope personal de 41 jonrones y 109 carreras impulsadas que le dieron su quinto Bate de Plata y lo hicieron clave en el regreso de los Yankees a la Serie Mundial.
La adaptación a su nuevo club no ha sido como se esperaba, pero posiblemente con el ajuste que hizo Mendoza en el orden al bate las cosas empiecen a fluir. De momento, los números no mienten.
En sus primeros 50 juegos en el Bronx, Soto mostraba una línea ofensiva de .309/.408/.539, un OPS de .947 y había conectado 11 jonrones y remolcado 37 carreras. Con eso había tomado protagonismo, pues el comienzo de temporada de Aaron Judge en 2024 fue muy diferente al que vive ahora.
Eso contrasta con las cifras que exhibe el outfielder y bateador zurdo en sus primeros 50 duelos con el uniforme de los Mets. Tiene promedios de .236/.369/.418, OPS de .786, 8 cuadrangulares, 9 dobles, 21 impulsadas, 6 bases robadas, 40 boletos recibidos y 38 ponches.
Pero sigue siendo Juan Soto y no es gratuito que sea el jugador mejor pagado de las Grandes Ligas. El talento sigue allí y en cualquier momento explotará y volverá a rendir como ha acostumbrado a la afición.