Muchas de las estrellas de las Grandes Ligas un día soñaron con ser Manny Ramírez. Es un tema generacional y se repite en varias figuras, que todavía admiran al bateador dominicano que brilló con los Medias Rojas de Boston e Indios (ahora Guardianes) de Cleveland en su prime.
Ahora podrían tenerle más cerca, pues Ramírez se ha postulado para ser coach de bateo en la MLB y se puso a la orden para recibir ofertas de este tipo. Aunque no ha tenido experiencias previas en cargos similares, el talento natural para batear del quisqueyano bastaría para hacer un buen trabajo.
Han pasado 14 años desde la última vez que Ramírez pisó un dugout de Grandes Ligas. Boston recuerda a Ramírez por su premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2004, por tener una presencia carismática en el camerino y ser un toletero con un swing digno de admirar.
"Estoy disponible para trabajar como coach de bateo para cualquiera de los 30 equipos de la MLB", dijo Ramírez, según el reportero Héctor Gómez. "Confío en que puedo ayudar a cualquier equipo a mejorar significativamente su ofensiva".
Ramírez se desempeñó como jugador-entrenador para los Cachorros de Iowa, la filial Triple-A de los Cachorros de Chicago, en 2014. También ha estado trabajando como asesor de bateo en la temporada baja con jugadores de la talla de Jorge Soler y Javier Báez.
Ramírez consiguió 555 jonrones en su carrera y tiene números dignos del Salón de la Fama, pero su vinculación con el uso de sustancias prohibidas le ha impedido estar en Cooperstown.