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Aseguran que los Medias Rojas se cansaron de Rafael Devers y quisieron deshacerse de su contrato

El conjunto de Boston sorprendió al mundo del beisbol tras cambiar a su principal figura a los Gigantes de San Francisco
Rafael Devers jugará con los Gigantes
Rafael Devers jugará con los Gigantes | Adam Hunger/GettyImages

Las grietas de la relación entre Rafael Devers y los Medias Rojas de Boston quedaron en evidencia con su cambio a los Gigantes de San Francisco. Pocos esperaban que el conjunto de Nueva Inglaterra cambiara a su mejor bateador en plena temporada.

Los Gigantes entregaron a los lanzadores Jordan Hicks y Kyle Harrison, además de James Tibbs, el cuarto mejor prospecto de San Francisco, y José Bello a cambio del poderoso dominicano.

Hay indicios de que en la divisa de Boston se cansaron de la actitud de Devers, quien se había negado a moverse de posición en dos oportunidades desde el Spring Training.

Creo que es muy simple”, dijo Passan al ser consultado por el cambio. “Rafael Devers, después de todo lo que sucedió con Boston esta primavera -el cambio de tercera base a bateador designado, luego el intento del equipo de que jugara en primera base- ya no quería estar en Boston. Y los Medias Rojas vieron esto como una oportunidad para liberarse de más de 250 millones de dólares que aún le debían. Los Gigantes asumirán cada centavo de lo que resta de su contrato, que se extiende hasta 2033. Al mismo tiempo, los Medias Rojas reciben a Kyle Harrison y Jordan Hicks, dos lanzadores, y también a James Tibbs, selección de primera ronda de los Gigantes el año pasado, 13° en general, además de otro prospecto más”.

“Independientemente de los detalles del acuerdo, es algo impactante. El momento es impactante. La magnitud del jugador involucrado es impactante. Rafael Devers se suponía que era el jugador en torno al cual Boston construiría su futuro, y ahora será parte de los Gigantes".

Devers, antes de ser traspasado, estaba en una sólida campaña y en 73 juegos llevaba promedio de bateo de .272, con 15 jonrones, 58 carreras impulsadas y un OPS de .905.

A corto plazo, esto convierte a Boston en un equipo peor”, dijo Passan. “Y no olvidemos todo el trauma que aún persiste en los aficionados tras el traspaso de Mookie Betts. Cuando tienes un jugador de ese calibre, lo habitual es querer conservarlo durante la mayor parte, si no toda su carrera, especialmente si es un talento surgido de tu propio club. Pero al final del día, creo que los Medias Rojas simplemente se cansaron un poco, y Rafael Devers también".