La sorpresiva salida de Rafael Devers de los Medias Rojas de Boston, rumbo a los Gigantes de San Francisco, ha generado múltiples reacciones, entre ellas la del legendario David Ortiz, ícono de la tradicional entidad de Nueva Inglaterra.
Sin dudas, el traspaso de "Carita" ha estremecido a la MLB, pues Boston entregó a su teórico jugador franquicia en vías de recibir de retorno a los lanzadores Jordan Hicks y Kyle Harrison, junto a los prospectos José Bello, también pitcher, y el versátil James Tibbs.
Eso sí, San Francisco también asume el contrato restante del seleccionado a cuatro All Star, quien tiene pendiente cobrar alrededor de 280 millones de dólares hasta el año 2033.
Dentro de la organización patirroja existía malestar con ciertas actitudes del estelar cañonero dominicano, dado que éste había expresado públicamente su negativa a ser utilizado como bateador designado en febrero cuando la gerencia firmaba a Alex Bregman, actual Guante de Oro en la tercera base de la Liga Americana.
Más adelante, ya en plena ronda regular 2025, el paleador zurdo también se rehusó a cubrir la primera base tras la lesión del titular Triston Casas, generando más incomodidad, pero en el cuerpo técnico.
"Los jugadores deben tomar esto como ejemplo; nadie es indispensable. Hay que estar disponible; ese fue el fin de la relación entre Devers y los Medias Rojas. Hay que ser inteligente para comprender la situación. Tu peor enemigo es el ego", señaló Ortiz al periodista Yancel Pujols, sobre lo que motivó a Medias Rojas a canjear a Devers.
David Ortiz: “Players need to take this as an example, nobody is indispensable. You have to be available, that was the end of the relationship between Devers and the Red Sox. You need to be smart to understand the situation. Your worst enemy is your ego.”
— Boston Strong (@BostonStrong_34) June 16, 2025
Via: @YancenPujols pic.twitter.com/A5gAtf4Ogd
Con su traslado a San Francisco, el ganador de la Serie Mundial 2018 con la novena patirroja buscará renovar su imagen y mantener su producción ofensiva en un nuevo escenario. Mientras tanto, Boston gira la página con una mezcla de talento joven y brazos prometedores, apostando por una nueva dinámica dentro del club. La lección, como apuntó Big Papi, es clara: en el beisbol, como en cualquier actividad de la vida, la disponibilidad y buena actitud son tan importantes como el talento.
Por otro lado, los Gigantes intentarán que el quisqueyano de 28 años continúe su ascendente ritmo de ataque en 2025, ya que pese a su lento inicio, hoy ostenta .272 de promedio, .401 en porcentaje de embasado, 15 jonrones y 58 impulsadas.