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4 latinos que tuvieron una gran relación con Derek Jeter en los Yankees

Jorge Posada y Mariano Rivera ganaron varios títulos junto a Derek Jeter
Jorge Posada y Mariano Rivera ganaron varios títulos junto a Derek Jeter / Al Bello/Getty Images
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El eterno capitán de los Yankees de Nueva York, Derek Jeter, acaba de dar un emotivo discurso en su exaltación al Salón de la Fama de la MLB sobre lo que significó para él ser parte de este club.

En sus 20 años como miembro del equipo del Bronx Jeter se cruzó con varios peloteros latinos, como el venezolano Bobby Abreu, y forjó una relación cercana con algunos de ellos.

1. Bernie Williams

Bernie Williams y Derek Jeter siguen siendo cercanos
12 años jugaron juntos Bernie Williams y Derek Jeter en los Yankees / Al Bello/Getty Images

Bernie Williams defendió el jardín central de los Yankees por 16 temporadas, jugando con Jeter en 12 de ellas. Son amigos y el ex campocorto invitó a Williams a tocar la guitarra en el acto de exaltación.

2. Luis Sojo

Derek Jeter invitó a su amigo Luis Sojo al acto de exaltación
Luis Sojo jugó con Derek Jeter en los Yankees / STAN HONDA/Getty Images

Sojo se encargó de aconsejar a Jeter cuando era un novato prometedor con los Yankees y la relación que construyeron fue tan sólida que el venezolano estuvo en el acto de exaltación como su invitado especial.

3. Jorge Posada

Jorge Posada y Derek Jeter mantuvieron su nexo
Jorge Posada y Derek Jeter siguen trabajando juntos con los Marlins / Mark Brown/Getty Images

El receptor puertorriqueño jugó junto a Jeter por 17 temporadas y ganaron 4 títulos de la Serie Mundial. Son grandes amigos y ahora Posada es parte de la organización de los Marlins, como asesor especial de las operaciones de béisbol.

4. Mariano Rivera

Mariano Rivera y Derek Jeter tuvieron una buena relación
Derek Jeter y Mariano Rivera se destacaban entre las estrellas del equipo / Jim McIsaac/Getty Images

Fue Jeter, junto a Andy Pettitte, quien se acercó al montículo a pedirle la bola al panameño Mariano Rivera en su último partido en las Grandes Ligas. Fue uno de los momentos más emotivos en la historia moderna de los Yankees y evidencia la estrecha relación entre las dos principales estrellas de la dinastía.