¿Por qué no está fluyendo la química entre Damian Lillard y Giannis Antetokounmpo en los Bucks?

Los Milwaukee Bucks arribaron a la jornada del miércoles con marca de 4-2; la tercera mejor de la Conferencia Este; sin embargo, aún no es el equipo que todos esperaban al unir a Damian Lillard con Giannis Antetokounmpo.

Es que el otrora base de los Portland Trail Blazers no luce lo cómodo ni fluido que se le vio en sus anteriores 11 cursos en la NBA, ni exhibe un buen entendimiento dentro de la duela con el griego, lo que contrasta con la teoría, dado que son dos jugadores que pertenecen a la élite de este deporte.

De hecho, poco importa que Lillard promedie buenos 22.7 puntos por juego, ya que las 5.1 asistencias junto al 40% en lanzamientos de campo y 33% en libres, son los peores registros de su carrera, síntoma que muestra que algo no encaja del todo.

Pues Dame no ha podido aprovechar los espacios ni las múltiples marcas que genera Giannis. Quizás por la presión de tener que acercarse a su anhelado primer anillo de campeón o porque no ha sabido lidiar con el factor de no ser más la primera opción ofensiva de un equipo. En los Bucks, dicha responsabilidad recae en Antetokounmpo.

Eso sí, las dos luminarias siguen trabajando fuera de la cancha a fin de encontrar dentro de la misma la química idónea y de la que Milwaukee pueda sacar rédito.