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¿Qué significado tiene la antorcha de los Juegos Olímpicos?

La antorcha olímpica es el símbolo por excelencia de los Juegos Olímpicos, y desde 1936, se la usa como una manera de transmitir los valores de este evento, alrededor del mundo
La antorcha olímpica se enciende varios meses antes del inicio de los Juegos, y viaja desde Grecia
La antorcha olímpica se enciende varios meses antes del inicio de los Juegos, y viaja desde Grecia / ANTHONY WALLACE/GettyImages
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En cada edición de los Juegos Olímpicos, uno de los momentos más esperados por el público es la llegada de la famosa antorcha olímpica que, encendida, es portada por distintos atletas, hasta ser colocada en un espacio fijo, antes del inicio de las competiciones.

Catalogada oficialmente como "un símbolo de unidad y paz", esta llama "difunde el espíritu de los Juegos en su recorrido por el país, marcando el inicio de las celebraciones". Además, independientemente de donde se realicen, su camino empieza siempre en Grecia, donde se originó este evento de popularidad mundial.

Es justamente ese origen el que sirve para definir el significado de la antorcha, ya que se intenta mantener vivo el espíritu de los primeros juegos, que se celebraban en honor al dios Zeus. Transportar esa llama es una manera de llevar la unión que ofrece el deporte, a través de distintos lugares.

La primera vez que se encendió la antorcha fue en 1936, durante los juegos de Berlín y la idea estuvo a cargo de Carl Diem, entonces secretario general del Comité Organizador. Este hombre se inspiró en Prometeo, que según relata la historia, fue condenado por haber robado el fuego a los dioses y entregárselo a los hombres.

La primera antorcha fue fabricada por la compañía alemana Krupp, conocida por producir objetos en acero y distintos armamentos. Pierre de Coubertin, conocido como el creador de los Juegos, estuvo presente en este debut, y les deseó a los portadores de la antorcha, "un buen recorrido".

El calendario que se fija en cada edición de los Juegos, establece que la antorcha se enciende siempre a la luz de los rayos del sol y permanece en ese estado durante el tiempo que dure. Después se apaga y descansa, hasta la próxima realización.

Tomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, explicó una vez: "La llama olímpica simboliza la esperanza de un futuro mejor", como reflejo de los valores que se fueron agregando con el paso del tiempo, y que son parte del fuerte compromiso del COI con el desarrollo social.