Los Medias Rojas de Boston quieren pasar la página de la nueva controversia que protagoniza Rafael Devers y que incluso requirió la intervención del propietario del equipo, pero tal vez no sea posible calmar las aguas.
El dominicano se niega a mudarse a la primera base para sustituir al lesionado Triston Casas, que se perderá toda la temporada de MLB, y ofreció unas fuertes declaraciones contra la gerencia que provocaron un escándalo, el segundo que protagoniza desde la primavera.
En Grandes Ligas hay quien piensa que tras este nuevo impasse la relación entre el jugador y la organización quedará irremediablemente fracturada y que se verán obligados a buscarle un cambio.
After publicly refusing to play first base, Rafael Devers had a sitdown meeting with #RedSox owner John Henry and manager Alex Cora on Friday:https://t.co/VILydVawzP pic.twitter.com/fwi765oyog
— MLB Trade Rumors (@mlbtraderumors) May 10, 2025
Y como los Yankees de Nueva York están necesitados de un tercera base, por la incertidumbre con respecto a DJ LeMahieu, no han tardado en hacer la conexión y plantear que los rivales legendarios se sienten en la mesa de negociación. Después de todo no es algo inusual, hay muchos casos de traspaso entre ambos conjuntos en la historia (contando el de Babe Ruth) y los más recientes fueron el de Alex Verdugo y el de Carlos Narváez.
Pero esta vez no sucederá. En primer lugar porque los Medias Rojas están decididos a pelear el liderato de la División Este de la Liga Americana para poder regresar a los playoffs después de tres años eliminados y definitivamente no le entregarán un arma tan poderosa como Devers a sus principales contendientes.
No es la única razón. Seguramente a los Yankees les encantaría tener en el lineup a un jugador probado en postemporada y un ganador de dos Bates de Plata que haga un importante aporte a la ofensiva, si bien la defensa no es su mejor atributo.
Pero el contrato de Devers anula cualquier posibilidad. Está en el segundo año de un pacto de 10 campañas y 313.5 millones de dólares, y aunque hay un pago diferido de $75 millones el monto es elevado para una organización que tiene ya grandes compromisos con Aaron Judge, Gerrit Cole, Max Fried, Carlos Rodón y Giancarlo Stanton y que está tratando de minimizar el impacto del impuesto al lujo.
Y aunque no se ha mencionado, es posible que también les preocupe la actitud que ha mostrado Devers desde el Spring Training, cuando lo forzaron a ser un bateador designado a tiempo completo. Traer al vestuario a un jugador de su categoría y que hace ese tipo de señalamientos públicos a su gerencia siempre es un riesgo y probablemente en el Bronx no quieran aceptar el desafío.