Fansided ES

¿Qué pasa con la pista del Gran Premio de Miami de la F1 después de la carrera?

Los aficionados que acuden al Gran Premio de Miami de la Fórmula 1 se asombran con el montaje que se despliega allí, pero aún más impactante es lo que sucede cuando el evento termina
Max Verstappen, Carlos Sainz y Lando Norris en el Gran Premio de Miami de la Fórmula 1
Max Verstappen, Carlos Sainz y Lando Norris en el Gran Premio de Miami de la Fórmula 1 | Mark Thompson/GettyImages

Montar todo lo necesario para realizar un Gran Premio de la Fórmula 1 implica un gran esfuerzo, y si se piensa en la idea de desmontarlo, la situación parece volverse aún más tediosa. Eso es lo que sucede cada año en Miami, que cuando termina la carrera, vuelve todo el espacio a la normalidad.

El lugar donde se corre es el Autódromo Internacional de Miami, que está emplazado en el campus del reconoció Hard Rock Stadium de la ciudad de Florida. Semanas antes de que se realice, se coloca la pista, tribunas y mecanismos de seguridad y cuando termina, se saca todo lo relacionado al automovilismo, hasta la próxima edición.

Lo anterior no es un capricho, sino que se debe al hecho de que ese estadio se usa a lo largo de cada año para distintas actividades y deportes, por lo cual debe estar limpio con el fin de colocar otras estructuras.

Este proceso es tedioso y debe seguir estrictas reglas. Hay un total 7.000 activos que se remueven, de los cuales 2.900 son barreras de hormigón Geobrugg, a las que se suman vallas de escombros y bordillos.

Poner, mover y sacar son acciones que se realizan con la ayuda de la tecnología, a la cual apostó Apex Circuit Design, la empresa que desarrolló este circuito. Para eso usan algo que se llama
"gemelo digital", es decir una réplica virtual del objeto físico que actualiza datos de su estado en tiempo real.

Kate Kishel, representante de la compañía, explica que cada cosa tiene adherida una placa de vinilo con un código QR, con el cual se hace el seguimiento que permite minimizar errores y aprovechar los recursos disponibles.

"La gestión de estos activos es un reto debido a su número y tamaño, así que si se imagina que los planes de instalación no se siguen tal y como se han diseñado, se necesitaría mano de obra y equipos especializados adicionales para arreglarlo y volver a la pista, lo que podría retrasar el calendario y suponer un coste adicional", detalla la profesional sobre el proceso.

Kishel agrega también: "Uno de los retos de las estructuras de un circuito temporal son todas esas gigantescas barreras de hormigón con alambradas encima. Son como ladrillos de Lego muy pesados, de 4 metros de largo. Hay que unirlos todos en una configuración perfecta para completar la pista".