A las vísperas de disputar sus primeras Finales de la NBA en 25 años, los Indiana Pacers son una franquicia ya con tradición dentro del baloncesto profesional estadounidense.
La historia del conjunto de Indianapolis está marcada por un pasado glorioso en la ABA, donde supo levantar muchos trofeos. De hecho, previo a su incorporación a la National Basketball Association en 1976, la citada organización se consagró campeona en tres oportunidades: 1969-1970, 1971-1972 y 1972-1973.
No obstante, el camino hacia la gloria ha sido más complicado para los Pacers una vez arribaron a la NBA, ya que han sufrido numerosas derrotas en momentos claves, especialmente en las Finales de la Conferencia Este, misma en la cual han caído hasta en ocho ocasiones, incluyendo cuatro dolorosas derrotas entre 1994 y 1999.
Eso sí, jugadores como Reggie Miller, ícono y protagonista de memorables duelos de playoffs contra los Chicago Bulls de Michael Jordan y los New York Knicks, marcaron una época en el plano individual, al igual que otros del calibre de George McGinnis (este sí ayudó al equipo a ganar, pero en la ABA), Jermaine O’Neal y Paul George.
A modo global, Indiana aún no han logrado coronarse monarca de la elitista competición; sin embargo, a partir del jueves se enfrentará al Oklahoma City Thunder en las Finales de 2025, significando apenas la segunda aparición de su historia en esta instancia decisiva, tras perder en seis compromisos ante Los Angeles Lakers liderados por Shaquille O’Neal y Kobe Bryant en el 2000.
En la actualidad, Tyrese Haliburton se perfila como la nueva gran figura de la entidad, gracias a su talento y liderazgo, vitales en la reciente conquista del título del Este, además de cosechar dos selecciones corridas al All Star, ambas en plan de titular, al tiempo de liderar la contienda 2023-2024 en asistencias y totalizar 20.2 puntos de media con 10.0 pases de anotación y 39.1% en triples durante los recientes tres ejercicios regulares.
Con un roster joven y competitivo, los inquilinos del Gaingridge Fieldhouse ostentan una nueva oportunidad de meterse en los anales de la NBA y conseguir, por fin, su primer Trofeo Larry O'Brien, para de esa forma poder complementar la tradición que poseen con verdaderos éxitos en tiempos modernos.