La nueva semana comenzó con algo de incertidumbre para Juan Soto y los Mets de Nueva York, luego de una Serie del Subway en la cual cayeron en dos de los tres compromisos ante sus rivales Yankees.
A pesar de ser una de las grandes figuras de MLB, el protagonismo del dominicano no se debió a su desempeño en el terreno, sino al tenso ambiente que enfrentó en el Yankee Stadium, dado que fue duramente abucheado por unos fanáticos del Bronx que no olvidan que el dominicano los cambió por mudarse a Queens tras firmar un contrato histórico de 15 años y 765 millones de dólares en diciembre pasado.
Desde lo numérico, el rendimiento de Soto en esta serie fue muy por debajo de lo esperado, pues sólo conectó un hit en 10 turnos al bate; además, se ponchó en tres oportunidades, recibió cuatro boletos y anotó dos carreras, sin poder remolcar ninguna. Cifras que encendieron las alarmas dentro de la organización metropolitana, que invirtió fuertemente en el nacido en Santo Domingo como pilar del proyecto deportivo.
Pero más allá de lo que ocurre en el diamante, un artículo escrito por el periodista Bob Kaplisch profundizó en otro aspecto preocupante: la actitud de Soto. Según el reporte, la directiva de los Mets estaría inquieta por la aparente falta de compromiso del jardinero zurdo con su nuevo equipo. De hecho, uno de los episodios que más llamó la atención fue su negativa a colocarse el micrófono durante la transmisión dominical de ESPN, argumentando estar cansado de responder preguntas sobre su vínculo con Aaron Judge o su decisión de cambiar de organización.
A esto se suma una observación llamativa en el cuatro veces All Star: se habría detectado una merma en la velocidad de su swing, aunado a un incremento de peso en la zona media de su cuerpo. “El clásico estilo de Soto parecía ausente. Su bate lucía lento y su lenguaje corporal transmitía poca energía”, describió Kaplisch.
También se menciona que el único momento en que el astro quisqueyano lució verdaderamente animado en el Bronx resultó ser durante la práctica de bateo, cuando conversó con amigos de Yankees como Judge, el manager Aaron Boone y el infielder Jazz Chisholm. Hay que recordar que el también periodista Michael Kay había revelado días atrás que Soto estaba decidido a regresar a los Bombarderos al inicio de la agencia libre, previo a que su familia lo convenciera de unirse a los de Queens.
En definitiva, toda esta situación parece haber ha generado inquietud en el alto mando de Mets, el cual espera un cambio de actitud y rendimiento de su máxima estrella, cuyos .246 de bateo con .376 de OBP, ocho jonrones y 20 empujadas en lo que va de 2025 tampoco tienen satisfechos a mucha gente.