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¿Por qué los Juegos Olímpicos se celebran cada 4 años?

Los Juegos Olímpicos tienen, al igual que el Mundial de Fútbol, un tiempo de espera entre uno y otro de 4 años y el motivo se relaciona con la antigua Grecia, donde se originó este popular evento
Las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos son dos de los momentos más impactantes
Las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos son dos de los momentos más impactantes | Jam Media/GettyImages

En cada edición de los Juegos Olímpicos, los deportistas compiten en las distintas disciplinas para dar lo mejor de sí mismos y conseguir las ansiadas medallas. Y una característica de este evento es que tienen mucho tiempo para prepararse, ya que se realiza cada 4 años.

El origen de esta periodicidad se debe trasladar a los primeros Juegos, que se realizaban en la Antigua Grecia. Allí fue donde se decidió que la gran fiesta que significaba la competición sería cada 4 años, seguramente por una cuestión relacionada a la inestabilidad social que existía en esa época, donde las guerras eran moneda corriente, y se necesitaba una organización concreta.

Justamente por las guerras, cada vez que se realizaban los Juegos, se ejecutaban las llamadas ékécheiria, o treguas olímpicas, que indicaban que cualquier enfrentamiento debía ponerse en pausa, con el objetivo de que todos los atletas e invitados lleguen en buen estado a las ciudades. En este contexto, establecer una periodicidad fija ayudaba a poner cierto orden.

Otra razón que se conoce hoy es que los Juegos Olímpicos nacieron en una forma de honrar a Zeus, el rey de los dioses y supervisor del universo y es justamente a él a quien se le hacía esta fiesta deportiva, cada 4 años, sin importar lo que sucediera.

Cuando el evento se modernizó, a manos del barón francés Pierre de Coubertin, se creó el Comité Olímpico y allí por unanimidad, se decidió que el periodo entre un Juego y otro sería de 4 años. También nuevas medidas llegaron, como la eliminación de muchos de los deportes que existían, además de incluir nuevas reglas que impedían, por ejemplo, que los deportistas estén desnudos.

El lema de este hombre visionario era que "el deporte fuera un formidable instrumento educativo, y los Juegos Olímpicos un medio para promover la paz social, el entendimiento y la amistad entre los pueblos".